Kevin Smith - La trilogía ('90)

¿Recuerdan la escena de Clerks 2 en la que se discute acerca de qué es mejor; si la trilogía del Señor de los Anillos o la de Star wars?

Pues citando a Randall; "Sólo hay una trilogía, capullos descerebrados". Y esa es la de Kevin Smith en los noventa.



Empezando por Clerks, y pisando fuerte.

Realizada con los recursos mínimos, sin apenas escenarios, inversión, ni tiempo. Personalmente, no creo que sea fácil hacer algo grande de forma tan precaria; pero creo que lo que le da ese brillo es la genialidad de sus diálogos y las peculiaridades de las personalidades que protagonizan la película.

Pues bien se puede decir que tenemos a Dante Hicks (Brian Christopher O'Halloran), un empleado desgraciado como otro cualquiera. A Randal Graves (Jeff Anderson) su compañero irreverente, del videoclub vecino. A Verónica, la novia de Dante. Catadora de 37. A Jay (Jason Mewes) y Bob el silencioso (el propio Kevin Smith), una pareja de colgados, soeces hasta la punta del nabo.

La película es corta pero está llena de ocurrencias. Más de una carcajada arranca (aún habiéndola visto varias veces).

"— El mundo está lleno de tías buenas, pero no todas te traen lasaña al trabajo, sólo te ponen los cuernos"

Curiosidades de Kevin Smith en Clerks: 
  • La tienda donde se desarrolla la película es donde él realmente trabajaba, y se rodó de noche.
  • El papel de Randall lo pensó para sí mismo, pero no tuvo tiempo de memorizarse el guión (de ahí que terminara siendo Bob, el Silencioso). 







Mallrats: Un centro comercial sólo es un buen escenario si pasa por manos de Romero o de Kevin Smith.

En él se desarrolla ésta comedia, enfocándose más en veredas amorosas; y al mundo del cómic. Aliñada con las vulgaridades y los diálogos fortuitos:

"Mi primo Walter se masturbó en publico una vez, os lo aseguro, iba en un avión a Nuevo Mexico y de repente el sistema hidráulico se estropeó, el avión empezó a dar vueltas fuera de control, pensó que todo se había acabado, se la sacó y empezó a machacarsela allí mismo, los otros pasajeros siguieron su ejemplo, también se la sacaron y se la menearon como él, todos estaban masturbandose con el avión llevándoles a una muerte segura cuando de repente... el sistema hidráulico se arregló y el avión recupero el control, aterrizó sin problemas, todo el mundo se guardo su respectivo aparato y desembarcaron, nadie mencionó el fenómeno a nadie nunca".







Persiguiendo a Amy:






 "Hay que respetar la demostración pública de afecto. Es enfermiza, es grosera, es absorbente, pero ya sabéis... es amor."

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¿Que qué pasó con Dogma? Pues no sé, pregúntele a Kevin Smith.

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